Fue ya Hipócrates, el famoso médico de la Antigua Grecia, quién advertía del vínculo entre la eficacia del intestino y el bienestar personal. Hoy en día, este pensamiento del experto griego, considerado también padre de la medicina moderna, cuenta con la aprobación de numerosos científicos de diferentes campos gracias al aumento de las investigaciones de este tipo.

El enfoque multidisciplinario basado en la integración de diferentes campos ha aportado una respuesta clara a la pregunta de por qué es precisamente el intestino, un órgano que la mayoría asocia exclusivamente con el metabolismo, aquel que, en realidad, influye en muchos más procesos del organismo. 

Además de tu digestión, determina también:

• el estado de tu piel,
  
• tu nivel de energía,
  
• el funcionamiento de tu cerebro y
  
• tu bienestar general.

Pero el dato más interesante es que un 80 % del sistema inmunitario se encuentra en el intestino. 

Al principio, el vínculo exacto entre el intestino y las diferentes funciones corporales resultaba difícil de entender, pero todo cambió cuando los expertos empezaron a prestar atención al microbioma intestinal. 

¿Cuál es el secreto? 

El microbioma intestinal es el sistema simbiótico más grande del cuerpo humano e influye también directamente en el funcionamiento del intestino. 

Se compone de todo tipo de microorganismos como, por ejemplo: 

• bacterias,
  
• hongos y
  
• virus,

que forman una estructura singular.

Aunque te parezca bastante ilógico o hasta un poco repulsivo, tu intestino está lleno de microorganismos vivos que son imprescindibles para tu organismo. 

Los más importantes para tu bienestar son las bacterias beneficiosas.

Para que lo entiendas mejor, puedes imaginarte tu intestino como una ciudad y los diferentes tipos de bacterias (existen varias cepas o tipos de bacterias) como sus habitantes. 

Si queremos garantizar una ciudad con un buen nivel de bienestar, es fundamental que sus habitantes vivan en simbiosis y que asuman diferentes responsabilidades. 

Es decir, es deseable que la ciudad cuente con el número idóneo de policías, médicos, peluqueros, taxistas, maestros y otros miembros de la sociedad que se encarguen de la función que les corresponde.

De lo contrario, se daría una situación bastante caótica, ya que se rompería el equilibrio. 

Imagínate lo que pasaría si en una ciudad llena de médicos o policías nadie ocuparía los demás puestos de trabajo que también son esenciales para el funcionamiento normal de la sociedad. 

La misma regla se aplica a tu intestino o microbioma intestinal y a las bacterias beneficiosas. 

Cada tipo de bacterias desempeña su función particular y es una parte imprescindible del microbioma intestinal. 

Sobra decir lo que pasa cuando el equilibrio entre las diferentes profesiones se rompe. 

Pero, ¿sabes qué te puede pasar si tu microbioma intestinal se desequilibra y una parte pequeña de las bacterias toma todo el control de tu intestino?

Sinceramente, nada bueno. 

Como ya hemos dicho, como el microbioma intestinal influye en todo tipo de procesos diferentes en tu organismo, el desequilibrio entre las bacterias puede provocarte molestias en forma de uno o hasta varios síntomas. 

Estamos hablando de molestias como, por ejemplo: 

• estreñimiento,
• ardores,
• hinchazón,
• flatulencias,
• sensibilidad a determinados alimentos,
• cansancio,
• cambios de humor, 
• afecciones cutáneas,
• problemas de concentración,
• digestión lenta, etc.

Se trata de todo tipo de molestias con las que lidian cada vez más personas. 

Pero no es nada sorprendente que sea así. 

El equilibrio entre las bacterias beneficiosas y las perjudiciales puede verse perjudicado por ciertos factores como, por ejemplo: 

• la exposición frecuente al estrés (malas relaciones, altas expectativas, dudas, calendario ajetreado, estrés en el puesto de trabajo...),
• la toma excesiva de azúcares sencillos (la industria alimentaria los usa en cantidades elevadas bajo diferentes nombres),
• la toma de antibióticos,
• la presencia de toxinas en el medioambiente (el aire, la tierra, el agua...),
• el consumo excesivo de alimentos procesados,
• los edulcorantes artificiales, 
• la toma de alcohol, etc. 

Dichos factores forman parte del estilo de vida moderno de una forma u otra, por eso es tu deber limitarlos en la medida de lo posible y ayudar a tu intestino

Golden Tree Complete Biotics es un suplemento alimenticio en forma de un complejo probiótico que presume de una formulación única, pues combina 20 cepas diferentes de bacterias en cantidades envidiables.

Una cápsula, o sea, la dosis diaria, combina 20 000 millones de organismos vivos, una auténtica rareza en el mundo de las soluciones de este tipo.

Esto significa que se trata de una forma muy sencilla de aportarle a tu intestino nada menos que 20 000 millones de bacterias beneficiosas al día de un plumazo. 

Entre otras cosas también gracias a sus cápsulas especiales, resistentes al ácido estomacal y a la bilis, que se encargan de que las bacterias no se queden en tu estómago, sino que lleguen al intestino. 

Para que tengas una experiencia aún más agradable y sencilla, las cápsulas cuentan con una película de ALU-PVDC que las protege contra el calor hasta que las saques del blíster. Esto significa que no tendrás que guardar tus cápsulas Golden Tree Complete Biotics en la nevera, sino que podrás llevártelas siempre contigo, por ejemplo, a tu puesto de trabajo, de vacaciones, a tu escapada de fin de semana o una excursión con tu familia o amigos...

Con ello se cumplen tres criterios clave para la eficacia del complejo probiótico:

• Las cápsulas deben ser resistentes al ácido estomacal y a la bilis.
• Deben tener un alto contenido en bacterias beneficiosas. Según las últimas indicaciones, la mayoría de los expertos aconsejan tomar al menos 15 000 millones de cultivos probióticos activos al día.
• Tienen que contener varias cepas singulares de bacterias probióticas. ¡Se recomiendan al menos siete! ¿El motivo? Resulta que diferentes cepas probióticas tienen distintos efectos positivos en tu sistema digestivo.

Es estremecedor, y así te lo confirmará cualquier experto en cultivos probióticos, que al menos un 90 % de los productos que se venden en farmacias y establecimientos especializados no cumpla con estos tres criterios en absoluto.